—De acuerdo, Shakespeare. Yo dicto y tú traduces.Dunthorne, J., Submarino, 2011, Suma de letras, Madrid, pp. 71-73
—Vale —digo.
—¿Listo?
—Sí.
—Seducir a Jordana ha sido duro, tiene las expectativas muy elevadas, pero cuando finalmente he conseguido pegarme el lote con ella he comprendido que el esfuerzo había merecido la pena.
Transformo las chorradas de Jordana en un discurso de alto nivel:
Retozando en el esplendor postosculatorio, comprendí que todos esos meses de esforzada caballerosidad habían quedado recompensados.
Levanto la vista.
—Jordana es tremendamente... —dice Jordana, moviendo la cabeza de un lado a otro y mirándome en busca de adjetivos.
—¿Tierna? —sugiero—. ¿Intrépida? ¿Competente?
Asiente ella.
Jordana es tremendamente tierna, intrépida y competente.
—Pegarme el lote con ella ha sido un éxito tan impresionante que he tenido incluso que tomar una foto —dice—. Para los nietos.
He tomado una foto de los dos, en pleno abrazo. Cuando sea viejo y esté solo, recordaré que un día tuve entre mis brazos algo verdaderamente bello.
Giro el diario y lo sujeto para que pueda leerlo.
—Sí —dice—. Y sigue así: «Y me parece una ridiculez que ese subnormal de Mark Pitchard prefiera salir con Janet, el depósito de semen, antes que con Jordana».
Se nota que Jordana habla en serio porque empieza a arrastrar las erres.
miércoles, 7 de noviembre de 2012
Traducción
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario